INTENTO

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El "Intento" es tu timón. La gente normalmente no sabe a donde va, por eso se dice que su intento es inconsciente, y en esa inercia es que solemos perder gran parte de nuestra vida. En tu camino de crecimiento, parte de lo que te toca es clarificar hacia donde quieres ir y hacer cosas en esa dirección. Es parte de tu libre albedrío, pero en inercia, nuestro intento parece estar dividido. ¡Clarifica hacia donde quieres caminar y camina en totalidad!

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ENTREGA

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Es esa fuerza de vida, del alma, que se imprime en nuestro quehacer en la vida cuando quitamos las resistencias y somos totales, sin ambivalencia.

"Hemos decidido tomar un rumbo" y lo hacemos con cada parte de nosotros, nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra alma, aprendiendo a asumir los pros y contras de nuestras acciones, sin importar el resultado. ¡Confiando!

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CONSTANCIA

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La constancia es la materia prima con la que se genera un cambio. Ésta, junto con tu trabajo de consciencia (que es tu guía), van generando un cambio en la dirección deseada.  No podemos transformarnos sin perseverar, de otra forma seguimos viviendo en inercia.

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DISCIPLINA

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La disciplina se puede definir como la capacidad de seguir un conjunto de reglas, normas o principios con el fin de alcanzar ciertos objetivos. Implica autocontrol, cumplimiento de compromisos y la disposición para aprender y mejorar. A través de ésta, vamos creando una estructura interna que nos abre a la posibilidad de crear cambios en nuestra vida, tanto internos como externos. Va de la mano con la constancia sin embargo tiene otros aspectos. Pero muchas veces nuestra "rebeldía interna" termina por derrumbar esta posibilidad de crear. No me mal interpretes, la rebeldía bien encausada es maravillosa pues trae otros regalos a tu crecimiento, pero mal encausada se puede convertir en uno de los principales saboteadores de tu crecimiento.

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PUNTUALIDAD

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La puntualidad va de la mano con la entrega. Es una forma de volverte preciso, agudo en tus acciones, sin ambivalencias. Llegar tarde, postergar, procrastinar, es la expresión de tu ambivalencia, una parte de ti quiere y la otra se resiste. Esto, es tu fuerza dividida. Aprender a unificar tu fuerza es volverte total, aquí y ahora.

¡Este viejo hábito de dejarlo todo al último! ¡No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, aprende a vivir en presente, dando todo de ti!

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Todo lo anterior podemos ejercitarlo, aprenderlo, practicarlo, con los más simples detalles en nuestra vida cotidiana.

En el Zen se dice que puede verse tu calidad meditativa en "la forma en la que acomodas tus zapatos". Los detalles, la intención, la forma, la energía que imprimes, etc, van reflejando, a la vez que construyendo, tu estado de consciencia.